Desde hace años, la mayoría sabemos que la etiqueta de 'Made in China' no es sinónimo de calidad ... ni mucho, menos, más bien de todo lo contrario, ya que el 'gigante asiático' es famoso por el escaso esmero en la terminación de sus productos y en la baja calidad de sus componentes, ya que lo suyo es el 'liderazgo en costes', es decir, son los que más venden porque venden más barato y a pesar de que su margen de beneficio por unidad es escaso, en el cómputo global, consiguen hacer dinero.
Esta obsesión por reducir los costes llega a veces hasta el extremo de recurrir a la publicidad engañosa, haciéndonos creer a los consumidores que nos venden un producto, cuando en la realidad el mismo tiene poco o nada que ver con lo que se ve en la caja, como en los siguientes ejemplos que mostramos a continuación.
En la foto el balón no solo parecía más grande, además parecía mucho más divertido. La pobre cría tendrá que conformarse con este sucedáneo de pelota de pimpón.
Imagen: Twitter
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