Una primera dama sin poder
Se supone que ser la primera dama de los Estados Unidos es sinónimo de poder y relaciones sociales, muchas relaciones sociales. Al menos, eso nos había enseñado la esposa de Obama, siempre activa y realizando campañas por la salud y la educación de los estadounidenses. Por desgracia, no siempre ocurre de esta forma, y la mujer de Trump así lo prueba. Al contrario que Michelle, Melania apenas se deja ver ante las cámaras, ni se relaciona con los ciudadanos. Pero esto podría deberse a la estricta política privada que estaría llevando el actual presidente, impidiéndole a su esposa incluso abrir las ventanas de la Casa Blanca. De hecho, Brigitte Macron comentó en su reciente visita a Washington que Melania Trump 'vive recluida', resignada en su papel de primera dama inactiva, ya que, según la percepción de la esposa de Macron, 'no puede hacer nada'.
Imagen: Shutterstock